La Fundación Natura presentó avances en el Plan Piloto de Restauración Ecológica de Bosque Seco, para el proyecto de la Hidroeléctrica El Quimbo

A través de un recorrido guiado por profesionales de la Fundación Natura, se compartieron con investigadores expertos en restauración ecológica, distintas estrategias a implementar en el bosque seco tropical del área de influencia del proyecto de la Hidroeléctrica El Quimbo, para mejorar su la integridad ecológica de este ecosistema, monitorear el proceso y articular a la comunidad a través de la generación de conocimiento.

“Este plan piloto es un maravilloso ejercicio de restauración a gran escala, donde se han preparado experiencias para acumular conocimientos que permitan reproducir especies de bosque seco tropical en vivero, para luego evaluar cómo responden interactuando entre sí y en distintas condiciones de hábitats”, afirmó Francisco Comín, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en España (CSIC), del Instituto Pirenaico de Ecología de España.

Así mismo, Comín expresó que experiencias como ésta, con procesos similares, se han desarrollado en una zona de minería en Australia.

Por su parte, José Ignacio Barrera, profesor asociado y fundador de la Escuela de Restauración Ecológica (ERE) de la Universidad Javeriana de Bogotá y presidente de la Sociedad Iberoamericana y del Caribe de Restauración Ecológica (SIACRE), afirmó, que comparando el plan piloto con las investigaciones y procesos de restauración para bosques alto andinos, en los que ha participado, “lo apreciado aquí es muy interesante, especialmente lo relacionado con los diferentes arreglos florísticos y la propagación de material en vivero”.

Este encuentro permitió intercambiar conocimientos y experiencias entorno a la restauración ecológica, tanto en el ámbito nacional como internacional.

De igual manera, los expertos hicieron aportes frente al reto que implica trascender el éxito de la restauración de las 140 hectáreas en las que se desarrolla el plan piloto a las más de 11 mil que hacen parte del Programa de Restauración Ecológica El Quimbo.

“Esto supone un cambio de mentalidad, ya que al cambiar de escala en la naturaleza los procesos no necesariamente ocurren de la misma manera. Por ello se tiene que trasladar lo que ha sido más adecuado y las estrategias que han sido más eficientes a esta mayor escala”, concluyó Francisco Comín.

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