Se refuerzan recomendaciones para el manejo de cultivos en las temporadas secas y lluviosas en Santander

En esta época del año, en la que tradicionalmente se ven pocas lluvias, las precipitaciones han aumentado frente al 2016 en Girón, Betulia, Zapatoca y San Vicente de Chucurí. Fundación Natura está enseñando a campesinos a manejar cultivos frente a esta variación en las precipitaciones.

SAN VICENTE DE CHUCURÍ, JULIO 13 DEL 2017. El panorama meteorológico que enfrentan algunas regiones colombianas ha sorprendido a los agricultores del área de influencia del embalse Topocoro, aguas arriba.

En municipios como Girón, Betulia, Zapatoca y San Vicente de Chucurí (Santander) los labriegos esperaban, según sus conocimientos empíricos, que en junio, julio y principios de agosto se presentara una reducción en las lluvias que generalmente caen sobre suelos santandereanos. Esto en respuesta al régimen bimodal que caracteriza al clima nacional, que como lo explica el meteorólogo del proyecto de Monitoreo Climático, de Fundación Natura e Isagén, Carlos Pinzón, muestra una temporada seca a principio de año y a mitad de año, y dos temporadas de lluvias en la mitad del primer semestre del año y a mediados o al finalizar el segundo semestre.

Sin embargo, este año y en esta época del 2017, el tiempo ha estado más lluvioso con respecto al año pasado, tal como lo cuenta Rito Ferreira, campesino de la zona de Los Medios, en San Vicente de Chucurí

Junio, normalmente, es un mes de transición de más lluvias a menos lluvias, pero en gran parte de la región Andina se han presentado excesos moderados de precipitaciones, al igual que en mayo, situación que no fue ajena a Santander.

Según Pinzón, esta condición se presentó por varios factores climáticos de diferentes escalas: ¨El tránsito de ondas tropicales por el océano Atlántico que inician desde África hasta llegar a Centroamérica, y que a su paso Colombia dejaron abundante nubosidad y lluvias.

Para este año, el paso de estas ondas fue mayor que al del año pasado. Al mismo tiempo, se presentó una abundante nubosidad sobre Colombia y el océano Pacifico por la influencia de la Zona de Confluencia Intertropical (ZCIT).

Como ya es conocido, Colombia es un país que se encuentra ubicado en la zona intertropical, por lo tanto, le permite disfrutar de una diversidad climática en las diferentes regiones, favorecida por los pisos térmicos y  la presencia de cordilleras. Adicionalmente a esto, la influencia que tienen las corrientes continuas de aire húmedo que se originan en los océanos Pacífico y Atlántico definen el clima que disfrutamos diariamente.

Atención sobre cultivos de cacao

Por los impactos y las confusiones que pueden generar estas variaciones climáticas, la Fundación Natura, como ejecutora del proyecto de Monitoreo Climático y Agronómico en el marco del ‘Programa para atender la percepción de la comunidades acerca de posibles cambios microclimáticos ocasionados por el embalse’, apoyado por Isagén,  ha definido algunas sugerencias para el manejo del cultivo de cacao en medio de estos regímenes bimodales y en los que predomina el tiempo húmedo.

Sobre el cacao, las lluvias aportan pero también quitan. Porque aunque hay una cantidad de agua suficiente para el desarrollo de las plantas, permitiéndoles la absorción de nutrientes esenciales para su crecimiento y producción, además de que les facilita el ‘cuajamiento’ y posterior llenado de frutos, esa misma humedad induce el desarrollo de microorganismos patógenos como la monilia y la fitptora,  esta última causante de la pudrición negra en la mazorca del cultivo.

Por eso, se deben implementar controles culturales como las rondas fitosanitarias cada ocho días, el control de malezas y plantas hospederas y, por último, la fertilización balanceada que permita el buen desarrollo del árbol.

Según el IDEAM, para julio se espera en la mayor parte de la región Andina un comportamiento de la precipitación dentro de los valores típicos del mes, pero con probabilidad de excesos para Santander, lo que mantendrá los suelos húmedos y aumentará los riesgos de deslizamientos de tierra.

No hay que olvidar que en cuanto a la temporada de menos lluvias, algunos frutales como el cacao experimentan un proceso fisiológico conocido como ‘periodo de receso’ que, según lo explica Mitchel Hernández, ingeniero agrónomo del proyecto de Monitoreo Climático, es un periodo de preparación que las plantas utilizan para disminuir su actividad metabólica y dirigir todos los fotoasimilados al desarrollo foliar (hojas) y radicular (raíces). Esta fase está relacionada con el inicio del verano. Por consiguiente, en temporadas de este tipo es clave realizar las podas de mantenimiento, eliminando ramas, hojas no funcionales y preparando el árbol para la cosecha del segundo semestre.

Además, como es el periodo de menos lluvias, es muy importante realizar aplicaciones de materia orgánica, que permitan la retención de humedad por parte del suelo.

Más información de referencia: Pronósticos y Alertas/Ideam

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